Conexión en un mundo distribuido

Ahora que la conexión es más importante que nunca, explora de qué manera la organización puede beneficiarse al esforzarse más para unir a las personas y fortalecer las relaciones.

5 dic 2023

4 minutes

Una ilustración que representa la conexión sobre un fondo azul.

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La conexión es una necesidad humana básica. Las personas anhelan una sensación de seguridad y pertenencia, especialmente en el trabajo. Pero la conexión también es compleja. Mantener una cultura saludable y bien conectada dentro de una organización necesita de evaluación, cuidado y adaptación constantes.

Cómo ha cambiado la conexión

En los últimos años aprendimos que una fuerza laboral en lugares distintos, incluso una que sea principalmente a distancia, puede seguir siendo productiva. Si bien los empleados disfrutaron de los beneficios que les brindó el auge de los modelos de trabajo flexibles, la conexión se vio afectada.

A nivel organizacional, una conectividad debilitada diluye la cultura, obstaculiza la innovación y complica la implementación de nuevas ideas.

Las personas también tienen problemas con esta creciente desconexión.* A medida que aumenta el aislamiento social, también aumenta el agotamiento.** Las repercusiones también afectan al sentido de propósito compartido y al compromiso de los empleados, lo que se correlaciona con los resultados comerciales.***

A nivel organizacional, una conectividad debilitada diluye la cultura, obstaculiza la innovación y complica la implementación de nuevas ideas.

¿Por qué es complicado?

Cuando hablamos de conexión, no estamos hablando de una sola cosa.

Nos conectamos entre nosotros, pero, en la actualidad, podemos hacerlo de forma presencial o virtual. Nos conectamos con otras personas, pero también formamos conexiones con lugares, ideas y cosas. Y todas estas conexiones se forman en una variedad de niveles, desde el individual hasta el de equipo y de comunidad.

Para simplificar, examinamos la conexión mediante tres categorías:

Conexiones en persona

Nuestras relaciones con otras personas o cosas que comparten el mismo espacio que nosotros. Estas interacciones cara a cara les permiten a las personas leer las expresiones y el lenguaje corporal de los demás. Permiten crear confianza, comunidad y conocimiento, mediante experiencias compartidas.

Conexiones virtuales

Nuestras relaciones con personas y lugares a distancia, con la tecnología digital. Estas interacciones pueden respaldar la inclusión, al ayudar a las personas a mantenerse conectadas, independientemente de su ubicación física o su horario.

Conexiones abstractas

Nuestras relaciones con ideas, creencias, valores u objetivos. Estas conexiones pueden tener tanto impacto como las que son en persona o virtuales, porque contribuyen a un sentido compartido de pertenencia y un propósito mayor.

Estas categorías se complementan y mejoran unas a otras. Por ejemplo, un empleado podría establecer una conexión personal con un espacio físico: su oficina. Cuando trabajan a distancia, su conexión con la empresa es más abstracta.

Un collage de fotografías de personas trabajando juntas en espacios de oficinas colaborativos, para destacar la necesidad de una nueva perspectiva sobre el respaldo al trabajo actual.

Dos tipos de relaciones

Antes de que podamos abordar la conexión entre estas diferentes categorías, debemos comprender la naturaleza de las relaciones.

Los sociólogos clasifican las relaciones entre las personas como vínculos fuertes o vínculos débiles.

Vínculos fuertes

Personas a las que conocemos bien, en las que confiamos y con las que interactuamos con frecuencia. Estas relaciones son útiles para la colaboración, el intercambio de conocimientos y la solución de problemas. Los vínculos fuertes respaldan nuestros procesos de trabajo diarios.

Vínculos débiles

Las personas de toda la organización a las que no conocemos tan bien y con las que interactuamos con menor frecuencia. Estas relaciones se producen principalmente a nivel comunitario. Nos ayudan a acceder a nuevas ideas u oportunidades, y a potenciar la innovación. Los vínculos débiles nos hacen sentir bienvenidos, nutren nuestro sentido de seguridad y pertenencia y, al mismo tiempo, respaldan los resultados a largo plazo orientados a un propósito.

Los vínculos fuertes se vieron afectados en los últimos años, pero el trabajo en lugares distintos cobró un precio mayor en nuestros esfuerzos por sustentar los vínculos débiles existentes o formar otros nuevos.

Las organizaciones descubrieron que esta erosión de los vínculos débiles es la más perjudicial para su creatividad e innovación.****

Los sociólogos clasifican las relaciones entre las personas como vínculos fuertes o vínculos débiles.

Cómo todo confluye

Abundan las estrategias para fomentar la conexión. Si no estás seguro de por dónde empezar, identificamos los siguientes objetivos como punto de partida.

  • Entrega oportunidades de inmersión en el contenido, conversaciones menos estructuradas y toma de decisiones complejas.

  • Facilita las conexiones espontáneas e improvisadas, y los momentos sociales que puedan ayudar a impulsar la innovación, explorar nuevas ideas y dar forma a la cultura.

  • Aprovecha la tecnología y el mobiliario que creen experiencias equitativas para los participantes, tanto remotos como presenciales.

  • Crea entornos acogedores que infundan un sentido compartido de propósito y pertenencia con un diseño inclusivo, un proceso participativo que considere las necesidades de todas las personas.

Dos empleados participan en una videoconferencia con sus colegas, mientras otros tres empleados interactúan en un espacio privado.

Reconectar un mundo distribuido

El trabajo distribuido llegó para quedarse. Las organizaciones deben aceptar este cambio y concentrarse en estrategias que respalden nuevas formas de trabajar ahora y en el futuro.

Si bien cumplimos con las peticiones de los empleados de mayor flexibilidad, no podemos olvidar las conexiones en persona, virtuales y abstractas que alimentan los vínculos fuertes y débiles de todas las personas, los equipos y la comunidad en general.

La reconexión comienza en el lugar de trabajo. Cuando estés listo, conversemos.

Fuentes:

* Global Workplace Assessment data on belonging and connectivity.
** BetterUp Connection Crisis report + S2E1 podcast interview.
*** Harter, et. al. “The Relationship Between Engagement at Work and Organizational Outcomes”, Gallup, octubre de 2020.
**** Daniel Carmody et al., “The Effect of Co-Location on Human Communication Efforts”, 14 de julio de 2022.

Resumen de 3 puntos

  • El aumento del trabajo en lugares distintos ha proporcionado muchos beneficios para los trabajadores. Pero, una de sus consecuencias no deseadas ha sido una disminución generalizada de la conexión.

  • La conexión tiene un impacto directo en los empleados. Si no se aborda, la sensación de desconexión puede provocar agotamiento, el cual tiene consecuencias negativas para las empresas.

  • Al diseñar un lugar de trabajo que fomenta las relaciones en cada nivel, podemos renovar y mejorar la conexión mientras situamos a las organizaciones para tomar decisiones, desarrollar su cultura y aportar a un sentido de pertenencia para los empleados.

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