No se trata de perfección

“La forma sigue a la función” se convierte en un desafío en la atención médica porque la forma de una instalación generalmente sobrevive a cualquier función que su equipo de diseño se propuso respaldar.
 
Crear un espacio que pueda evolucionar junto con las mejores prácticas para prestar servicios de atención no se trata de perfección. Se trata de planificar para lo que podría suceder, para que todos estén preparados y el entorno pueda adaptarse con éxito cuando suceda.
 
Al hacerlo, puedes preparar a todos para una experiencia laboral flexible en los años venideros.

Planificación versus planes

En la construcción de centros de atención médica, el éxito de cualquier proyecto comienza con el proceso de planificación y diseño. A menudo, estos planes son demasiado rígidos, lo que genera deficiencias en el proyecto y, en última instancia, no satisfacen las necesidades de quienes trabajan o reciben cuidados en el espacio.

Una vez que un plan se convierte en un edificio, es demasiado complicado o costoso adaptarlo. Las organizaciones de atención médica pueden evitar este escenario trabajando para comprender profundamente la naturaleza de los problemas y las variables en juego, y luego involucrando a quienes usarán el espacio desde el inicio de un proyecto. 
 
¿Cómo podríamos abordar la construcción de centros de atención médica de manera diferente? El objetivo final ya no debería ser un edificio. El objetivo debe ser la experiencia de las personas que trabajan en la instalación para que sepan lo que su entorno puede hacer y cómo manipularlo según sus necesidades.

De la planificación a la práctica

Más que cualquier otra métrica, incluidos el tiempo y el costo, la medida del éxito del proceso de planificación y diseño debe centrarse en las personas que realizan el trabajo.
 
¿Pueden moverse fácilmente de una tarea a otra, ajustándose y adaptándose a medida que cambian las necesidades y los escenarios? ¿Pueden dar cabida a los acontecimientos imprevistos que ocurren periódicamente en el espacio? ¿Pueden realizar ajustes con un mínimo costo y esfuerzo? ¿Pueden recuperarse rápidamente de contratiempos o circunstancias difíciles?
 
Una buena planificación tiene todo esto en cuenta. Te recomendamos que sigas un proceso que incorpore estos elementos a través de la planificación, la ocupación y la práctica.

Primero, la fase de planificación

Diseñar juntos

Tómate el tiempo para comprender las necesidades y preocupaciones de las personas que utilizarán el espacio y el diseño con ellos, no solo para ellos. Esto revelará las dificultades diarias que se pueden abordar y ayudará a los miembros del personal a comprender lo que es posible.

Diseño en escenarios

Considera los escenarios que no se planificaron. ¿Cómo se ve el trabajo óptimo y subóptimo? ¿Puede el diseño funcionar bien, tanto con poco personal como con personal completo? ¿Puede la gestión de las instalaciones adaptar el entorno a los nuevos protocolos de seguridad con la misma facilidad con la que lo hace con las actividades de mantenimiento rutinario?

Diseñar para el día a día

¿Qué funciones realiza el personal diariamente? Considera qué tan útil y eficiente es el espacio, qué tan fácil es usarlo y recordar cómo funciona, qué tan rápido permite realizar tareas, qué tan fácil es recuperarse cuando se cometen errores y qué tan satisfechas están las personas con el funcionamiento del espacio en general. Luego diseña el espacio para responder a los sucesos y contratiempos cotidianos.

Un ejemplo de la vida real

Los médicos y diseñadores tienden a planificar para evitar que se repita un evento desastroso, pero estos no son sucesos comunes. Es común tener escasez de personal o tener que lidiar con un familiar rebelde. Nuestros consultores de enfermería y estrategas de aplicaciones de atención médica trabajaron con un cliente para planificar un espacio diseñado para abordar escenarios cotidianos con mayor facilidad. Al trabajar con el personal clínico para revisar sus procesos y discutir diferentes escenarios, utilizaron cinta en el piso para indicar dónde deberían ubicarse eventualmente el mobiliario y las vitrinas. Este proceso de creación de prototipos dentro del espacio dio como resultado un diseño final que facilitó al personal responder a situaciones cotidianas y emergencias poco frecuentes.

A continuación, la fase de ocupación

Continuar enseñando

Si bien su proceso de diseño incluyó a las personas que usarán el espacio y les enseñó lo que el espacio puede hacer, aún requerirán cierta integración al momento de ocuparlo. 
 
Enseña a las personas cómo usar el espacio, qué esperar y cómo cada elemento puede cambiar con sus necesidades cambiantes. Solo entonces podrán maximizar la funcionalidad del espacio y comprender cómo el diseño puede apoyar la atención al paciente y el afán de mejora continua.

Un ejemplo de la vida real

Todos necesitamos recordatorios y actualizaciones sobre los procesos clave en nuestro trabajo. En el ámbito de la atención médica, ese es el papel de la formación en servicio y de los controles anuales. Uno de nuestros consultores de enfermería trabajó en estrecha colaboración con clientes en un departamento de emergencias, organizando suministros y enseñando al personal de enfermería cómo utilizar el sistema de gestión de materiales de carros de procedimientos y suministros de Herman Miller. Los registros ocasionales ayudan a garantizar que las enfermeras recuerden cómo aprovechar al máximo su entorno construido y mitigar las soluciones alternativas.

Por último, la fase de práctica

Cuidar el edificio

El cuidado es un estado mental que acepta las modificaciones como un enfoque positivo hacia los entornos. Implica un ajuste constante y un empujón en la dirección deseada. Piensa en el espacio: ¿Qué estás heredando? ¿Qué tan bien (o mal) funciona? ¿Y cómo lo cuidarás? Cuidar un edificio es muy parecido a atender a un paciente: anticipar lo que puede venir después, luego brindar apoyo y adaptarse a algo mejor.

En lugar de reparar o abandonar, considera el enfoque como un experimento continuo que se probará continuamente en busca de mejores resultados. Realizar cambios, probar ajustes y poner en marcha un diseño que anticipe su próximo estado.

Un ejemplo de la vida real

El verdadero cambio lleva tiempo. A menudo, es mejor lograrlo gradualmente, con una mentalidad de “todo incluido” para ayudar a las partes interesadas a sentirse parte del proceso. Durante más de una década, nuestros especialistas en aplicaciones de diseño han estado trabajando con un importante grupo de atención primaria de un sistema de salud para integrar a los médicos en el área de trabajo y fuera de sus oficinas privadas, desarrollando un diseño que se adapta a los cambios de personal para cumplir con las proporciones de médicos y enfermeras. Este tipo de cambio solo puede ocurrir cuando se atiende el edificio y las necesidades de la gente.

Plan para el éxito

Para mantenerse al día con las necesidades cambiantes del personal, los pacientes y las familias en el ámbito de la atención médica, siga un proceso de diseño y planificación de la construcción que no solo permita este nivel de cambio, sino que lo fomente y lo respalde.

Resumen de 3 puntos 

1. En el ámbito de la atención médica, el diseño y la planificación adecuados de las instalaciones son fundamentales para evitar un edificio costoso que no respalde a las personas que allí trabajan y que no se pueda modificar fácilmente.

2. El desafío de planificar entornos de atención médica no consiste en lograr que todo sea perfecto. Se trata de comprender a las personas que utilizarán el espacio y luego diseñarlo según sus necesidades y preocupaciones.

3. Hemos delineado un proceso que puede dar como resultado un espacio inspirado que pueda evolucionar con las necesidades siempre cambiantes de los pacientes y el personal.