Se comenzó a trabajar en la creación de una nueva sede dinámica, que reuniría a todos los empleados de Nueva York bajo un mismo techo por primera vez y que sería un "lugar donde las personas quieren estar". BlackRock eligió Hudson Yards, en el lado oeste de Midtown Manhattan: una urbanización de uso mixto de 28 acres que se inauguró en 2016 y que alberga espacios comerciales, residenciales y cívicos.

La empresa de arquitectura NBBJ dirigió el proyecto con The Switzer Group, quienes se encargaron del mobiliario del lugar de trabajo abierto, y MillerKnoll, que se unió como socio de mobiliario.

La premisa central del diseño era crear un espacio que se adaptara a las personas y no al revés.

Una nueva experiencia de BlackRock

La empresa de inversión ocupa ahora 15 pisos (poco menos de un millón de pies cuadrados) en una sede moderna e hiperflexible.

Los términos del arrendamiento permitieron al equipo del proyecto diseñar el espacio de acuerdo con sus necesidades. Estos incluyeron:

• Acceso a plantas amplias, entre 60 y 80.000 pies cuadrados por piso, lo que les permitió reunir a equipos completos, con más de 350 personas en cada piso.
  

• Capacidad de aprovechar los techos altos y las ventanas de altura completa para obtener abundante luz natural.
  

• Creación de un concepto de "edificio en un edificio", que, según BlackRock, dio como resultado una "resiliencia extraordinaria dentro de nuestro control".

• Pisos elevados y aire debajo del piso, lo que proporciona una distribución de energía y datos que facilita la reconfiguración del espacio de acuerdo con las necesidades comerciales cambiantes.
  

• Una instalación altamente eficiente desde el punto de vista energético, que obtuvo la Certificación LEED Platinum.

La sede cuenta con un centro de conferencias para clientes, un auditorio, un espacio de intercambio de aprendizaje con una terraza al aire libre, habitaciones para madres, duchas para empleados, una cafetería e incluso un centro médico, ya que una sucursal de Mount Sinai Health System se encuentra convenientemente ubicada a un costado.

Resiliencia mediante la flexibilidad

El objetivo general que fijó el equipo para el proyecto fue crear un lugar de trabajo capaz de adaptarse a las necesidades cambiantes con el tiempo. En todas las 4.000 estaciones de trabajo, las 315 oficinas privadas y las soluciones personalizadas de datos y energía, BlackRock logró cuatro objetivos clave: 

• Un entorno altamente flexible. 

• Mobiliario que garantiza el bienestar y la salud de los empleados. 

• Tecnología que hace que el espacio sea adaptable. 

• Conexión en espacios colaborativos. 

"La mejor parte, es que BlackRock tuvo una visión realmente fantástica de cómo debería funcionar la modularidad a largo plazo", dijo Sara Kipfer, Directora de The Switzer Group.

El espacio cuenta con un piso elevado, con distribución de aire, energía y datos por debajo del piso, lo que permite una fácil reconfiguración. El equipo del proyecto BlackRock y sus ingenieros diseñaron una solución flexible, sin conexiones con la arquitectura.

Garantizar la capacidad de reconfiguración en los diseños de muebles permite que BlackRock ajuste perfectamente su estilo de trabajo con el tiempo. Canvas Channel de Herman Miller—una estructura aerodinámica e independiente, con acceso intuitivo a la energía y los datos del piso elevado— sirvió como "núcleo" central. Dentro de este núcleo, el equipo de Soluciones Personalizadas de MillerKnoll colaboró con BlackRock para desarrollar un sistema integrado compatible con los amplios requisitos de datos de BlackRock. Las mesas Sit-to-Stand Renew de Herman Miller, con sus exclusivas pantallas de privacidad curvas, se conectan fácilmente a Canvas Channel y permiten un fácil movimiento con una mínima interrupción.

"Ningún proyecto a escala se desarrolla sin la aparición de lo inesperado, por lo que queríamos un socio fuerte, con capacidades técnicas y servicio al cliente, para que, cuando tuviéramos problemas, pudiéramos resolverlos e innovar juntos", declaró Philip Pitruzzello, Director General de BlackRock, sobre la colaboración con MillerKnoll. "Nuestro objetivo era crear un lugar de trabajo hiperflexible y centrado en la tecnología actual y a futuro".

Parte del piso se compone de espacio para sentarse abierto y otra parte está asignada, según el negocio, pero contar con estaciones de trabajo universales en todo el espacio implica que los empleados que necesitan especificidad, como los comerciantes, pueden reubicarse sin tener que cambiar drásticamente su configuración.

Además, los dos tamaños diferentes de oficinas privadas del colectivo MillerKnoll, que también incluyen mesas Sit-to-Stand Canvas y Renew, utilizan el mismo conjunto de piezas, lo que facilita la adaptación de los espacios según el estilo de trabajo que prefiera cada persona.

"Si necesitáramos cambiar las cosas, podríamos hacerlo con un impacto, un costo y un efecto mínimo en las unidades de negocios que se encuentran en el lugar", afirmó Michael Fletcher, Director de Proyectos de BlackRock para la nueva oficina. "Podemos cambiar de posición los escritorios durante un fin de semana o hacer lo que sea necesario para adaptar el nuevo espacio para las necesidades del negocio".

Priorización del bienestar

Con los omnipresentes escritorios Sit-to-Stand, los empleados disfrutan de los beneficios ergonómicos para la salud al cambiar su forma de trabajar físicamente a lo largo del día. Estos escritorios también les permiten levantar al nivel de los ojos las grandes pantallas necesarias para el seguimiento de los movimientos comerciales y de datos, lo que ayuda a eliminar la tensión en el cuello.

"Recibimos comentarios de un empleado que dijo que gracias al escritorio Sit-to-Stand pudo pasar del dolor de espalda crónico a correr la maratón de la ciudad de Nueva York", comentó Ashley Mapou, Directora Global de Salud y Seguridad de BlackRock.

Por su parte, las ventanas del piso al techo brindan un amplio acceso a la luz natural. La iluminación colgante ajustable, el ruido blanco, un diseño sin columnas y un control de temperatura más individualizado agregaron comodidad a la experiencia de los empleados.

"Hudson Yards es una comunidad dinámica que está vinculada a una serie de vías verdes y parques: Hudson River Park, Highline, Hudson Yards Park", comentó Suzanne Carlson, Directora de NBBJ. "Esto influyó en el diseño: tener consciencia de la naturaleza e incluir una conexión con la salud y bienestar en el propio edificio".

Diseño en sincronía con el propósito

Uno de los valores fundamentales de BlackRock es "Somos uno en BlackRock", lo que significa que se trabaja "sin núcleos aislados y sin territorios personales, para crear los mejores resultados para los clientes, la empresa y las comunidades donde operamos".

La nueva sede enfatiza este principio: las oficinas privadas representan sólo el 7 % del espacio. Trabajar en espacios para sentarse mayoritariamente abiertos fomenta la constante conexión, tanto planificada como fortuita.

Con menos oficinas y más escritorios compartidos, BlackRock agregó áreas colaborativas, espacios privados y salas telefónicas para ayudar a los empleados a adaptarse al nuevo modelo y reforzar la idea de Ser uno en BlackRock.

BlackRock cree que las diversas habilidades y perspectivas son esenciales para crear una cultura rica para sus empleados y experiencias positivas para su diversificado público global. Con este enfoque, seleccionaron a AlianzaDuffy, una empresa de minoría certificada (MBE, por sus siglas en inglés) y distribuidora de MillerKnoll, en colaboración con Creative Office Resources.

La sustentabilidad también fue una prioridad durante todo el proceso: el espacio utiliza un 50 % menos de energía por pie cuadrado que un edificio típico con certificación LEED en la ciudad de Nueva York y recibió una certificación LEED Platinum.

"El espacio definitivamente cumple con el propósito de su diseño", dijo Carlson, "que es dar la bienvenida a las personas a un entorno colaborativo, acogedor y funcional".